Reseña: Raquel ADH

La curiosidad me hizo agendar a Raquel, pero la razón principal, fueron sus fotos; ella de verdad disfruta de las sesiones fotográficas.
Llegó a la cita muy puntal, llevaba puesto un vestido azul y negro de tirantes y corto que si bien no estaba muy ceñido a su cuerpo, solo dejaba de necesitar para echar a volar la imaginación. Nos saludamos como dos amigos amigos que hemos coincidido en el chat de Alicia, nos dió gusto por conocernos; ya en la habitación, me pareció que había quedado atrapado en la lencería y que tenía que esperar un poco para que ella pudiera colocársela.
Salió del baño con un atuendo negro, y eso si que no dejaba nada a la imaginación sino que mostraba en plenitud sus curvas. Nos recostamos en la cama y comenzamos un platicar de lo que se ponía en sus reseñas, de sus inicios como acompañante, del porque de todo lo que decía de ella, mientras mis manos acariciaban su suave piel … ..ya con confianza, le pedí que se recostara boca abajo y comencé a recorrer su espalda con mi boca, desde su cuello hasta …….
Conforme la besaba, fuiste descubriendo que ella no sabía que podía exitarla; Luego se recostó la boca arriba y se volvió a encontrar su cuerpo encontrando nuevos lugares escondidos. Semi boca se quedó un momento jugando con sus pechos, pequeños pero hermosos y firmes, hasta que sus pezones quedaron exitados y duros; recorrí todo el camino hasta que un suspiro-gemido me hizo entender qué encontré lo que buscaba. Mi lengua es un rato con este lugarcito mientras que su cuerpo se hace arcos de placer; ya con el calor de la habitación y de nuestros cuerpos al máximo, bastó solo un comentario “… te va a costar caro haberme exitado así …”; la penetración fué despacio, queriendo sentirla a ella y cada uno de sus movimientos y momentos después, nuestras propias caderas y cuerpos que con la misma voluntad se mueven como uno solo.
Ver todos estos ojos tan expresivos junto con un grito de placer (y algo mas …), fué tan exitante que tú también casi grito de placer … .los tumbamos en la cama, al lado del otro con una sonrisa como la de un niño pequeño que hace una travesura y que no lo pillan. Dos horas encantadoras en que descubrió los sentimientos de una hermosa niña y también los placeres que pueden dar a una mujer que puede descubrir parte de sus secretos …