Lucia es una chica preciosa, flaquita pero con todo bien puesto y firme.
Desde que llega un gran trato, besa bien. No son besos de lengua o que te quieren comer la boca. Pero son besos largos y bien dados. Mientras su mano está acariciando a mi amigo. Eso siempre me ha gustado de una mujer, que sin decirle le salga natural besarte y chaquetearte al mismo tiempo. Mientras yo le acariciaba su culito.
Empezó con un oral lento, sólo se metía la mitad de mi amigo pero se sentía muy bien. Pasaba su lengua mientras tenía a mi amigo dentro de su boquita. Llegó el momento de la montada y no teníamos condones, así que a pedir a la recepción. Ella dijo “mientras los traen te doy más…” y a seguir con el oral. Yo ya decía “Por favor tárdense TODO lo que quieran en traer los condones…” Pero finalmente llegaron. Ella interrumpió el oral. Ya con globitos a cabalgar, que rica tiene su cuevita, toda apretadita, caliente y húmeda. me montó unos minutos y yo casi termino así. Me concentré para no terminar después de dos tres sentones que me dio. Entonces cambiamos a un misionero de lujo. En automático se acomodó debajo de mí, y mientras la penetraba ella me daba unos ricos besos. De verdad parecía mi novia/amante más que una escort. Un breve patitas al hombro que me permitió sentir lo que más me gusta, sentí cómo la punta de mi amigo tocaba “el fondo” de su vagina mientras ella con su mano ligeramente detenía mi cadera para regular la profundidad que yo alcanzaba al penetrarla. Y regresé al misionero para acabar abundantemente entre besos y suspiros de thalia. Me dijo “qué buena condición tienes… me gustó…” y espero que así haya sido porque a mí me encantó.
Una rápida enjuagada a mi amigo y a descansar platicando con una que otra caricia. Había sido tan buena la sesión que ya estaba pensando que con un palito había estado bien. Pero mientras platicábamos la besé y mi amigo reaccionó de inmediato. Yo dije… “mhmm… ella está desnuda… en mi cama… su mano está acariciando a mi amigo… y me está besando bien rico… que menso sería de no echarme el segundo…” y entonces le pregunté “¿Te pones de perrito?” Y ella me sonrió y dijo que sí. Se acomodó en cuatro, puso una almohada bajo su estómago abrió más sus piernas y bajó un poco su cadera de manera que me quedó a una altura perfecta. Mi amigo entró con un gusto grande pero despacito para que ella disfrutara tanto como yo ya estaba empezando a disfrutar al entrar en esa cuevita en esa posición. En el espejo Lucia se veía preciosa en esa posición siendo penetrada por mí. Decidí quedarme ahí hasta acabar. Fue increíble. Lo hice a varias velocidades, a varias profundidades, y Lucia gemía y suspiraba mientras apretaba la almohada y a veces apretaba las sábanas. Yo acaricié su culito, sus piernas su espalda, todo mientras veía a mi amigo entrar y perderse por completo entre esas hermosas nalguitas. Su lubricación empezó a oler y fue muy rico. Continué hasta que mi amigo se cansó, sacó todo su jugo blanco que quedó seco, pero bien contento. Yo estaba sudando por todo el cuerpo y las piernas me hormigueaban pero ver cómo Lucia se retorcía de placer mientras gemía borró todo el cansancio. En realidad sentí un gran placer.
Nos enjuagamos y nos vestimos y dolorosamente la vi partir…
Debo repetir, que buen servicio y me falta hacer un 69 y otras posiciones que al ser delgada deben salir bien ricas.
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